Cómo preparar faláfel casero. Es una receta muy sencilla, que la mantendrás durante años como un tesoro encontrado. El faláfel, es tan demandado a nivel internacional que nos cita hoy para hablar sobre él. Así, que además de preparar una rica receta casera, te compartiremos su historia.
Gastronomía del Medio Oriente
La Gastronomía del Medio Oriente, en especial la cocina árabe es una de las más apreciadas en el mundo. Allí, podemos notar una amplia gama de sabores del mediterráneo. También, podemos ver cierta influencia de la India por su forma de utilizar las especias. Hay platos con tantos sabores deliciosos que nos enloquecen. En muchos restaurantes árabes en España, podemos disfrutar de su cocina.
Y si hablamos del Waraq, de la maskina, del mutabbal o del hummus. Lo que nos dan ganas es coger el próximo vuelo a un destino árabe que nos emocione. Cuando la vida no nos deja, lo que hacemos es recrear sus recetas en la comodidad de nuestra casa. Por ello, hoy haremos una receta de faláfel casero para viajar al Medio Oriente a través de sus sabores.
Dentro de su gastronomía, encontramos el uso de vegetales como : cebolla, tomate, ajo, berenjena y pepino. También el uso de deliciosos cereales como el cuscús, el arroz o el sésamo. Tienen una forma muy especial del uso de la menta, tomilo, azafrán, cúrcuma, perejil, curry y canela. Por esto, comparten ciertas técnicas de cocina de la cocina mediterránea y de la hindú.
Sus sabores nos encantan
Gracias a sus orígenes que se remontan a los pueblos nómadas de la antigua Arabia, tienen unos sabores que te llevan a soñar. Esos pueblos, dedicados al pastoreo tendían a consumir una mayor cantidad de lácteos. Por ello, se justifica que en su cocina utilicen productos derivados como quesos o yogur. Su forma de mezclar estos ingredientes con un equilibrio magistral entre los vegetales y las especias hacen que su cocina genere recuerdo en nuestra mente.
Origen del Faláfel
Aunque se desconoce su verdadero origen, el faláfel tiene ya muchísimos años. Su nombre viene del verbo árabe falfala, cuyo significado es condimentar. Esto se justifica, ya que entre sus ingredientes lleva variedad de especias.
Hay personas que creen que se originó en Egipto, y que allí se llamada taameya. Y que de allí, se traslado a la península de Arabia, donde causó más emoción en Yemen. Por ello, comenzó a difundirse por el Próximo Oriente a mediados del siglo XX. Sin embargo, los habitantes de esa ciudad no lo reclaman como suyo. En cambio los palestinos, sirios, libaneses y los iraquíes lo consideran un plato nacional.
El faláfel tradicional, es el de Egipto que se suele preparar con habas y garbanzos. Sin embargo, el más conocido y aceptado es el que se prepara sólo con garbanzos. Lo suelen acompañar con pan pita, con hummus, tahini o ensaladas. A nosotros nos encanta la mezcla que hace con el hummus, tahini y pan pita, si nos dan tabulé ya nos sentimos en el cielo.
Propiedades del garbanzo
Como siempre, creemos que es muy importante conocer los ingredientes con los que preparamos nuestros platos. Tener conocimiento de ellos, nos ayuda a poseer una mayor consciencia de aquello con lo que nutrimos a nuestro cuerpo. El ingrediente central de nuestro faláfel casero son los garbanzos, así que hablemos de ellos.
Los garbanzos nos ofrecen hidratos de carbono, que son los encargados de proporcionarnos la energía que requerimos para las actividades diarias. Con unos 100 gramos de este ingrediente podemos ya darle suficiente combustible energético a nuestro cuerpo.
Además, los garbanzos son una excelente fuente de vitaminas. Entre ellas destacan la vitamina A, B6, C, E y K. Que son muy beneficiosas para nuestro organismo, por ejemplo la vitamina K nos ayuda a tener una mejor coagulación de la sangre y para el metabolismo de los huesos.
Preparar una receta como la del faláfel casero también nos ayuda a combatir la fatiga. Ya que nos da un gran aporte de zinc, que permite al cuerpo combatirla. Al mismo tiempo, puede ayudar a mejorar nuestro sistema inmune y a metabolizar las proteínas.
Por otro lado, los garbanzos son una fuente importante de potasio. Esto hace que nos ayude a regular la presión arterial, por ello se recomienda a personas con hipertensión. Otro de los beneficios que tiene, es su ayuda a prevenir enfermedades como la artritis o reumáticas.
¿Nos animamos a preparar la receta?
Esperamos que con todos estos beneficios y viaje de conocimiento de la gastronomía del Medio Oriente, ya estés con las ganas de comenzar la receta de faláfel casero. No os preocupéis, el faláfel casero es sumamente sencillo, no te pedirá una habilidad mágica o algo así. Tampoco quitará tres horas, lo que si hará es dejaros encantados con su sabor. Así, que ya no voy a hablar mucho más. ¡Vamos con los ingredientes del faláfel casero!
Ingredientes | |
400 grs de garbanzos remojados. | 1 cucharadita de cominos molidos. |
1 cebolla. | Ramillete de cilantro. |
3 dientes de ajo. | Pimienta. |
4 cucharadas de pan rallado. | Sal. |
Ramillete de perejil fresco. | Aceite para freír. |
Pasos para la elaboración del Faláfel casero
1 | Para empezar la receta de nuestro faláfel casero. Lo primero que haremos es dejar remojando los garbanzos desde la noche anterior. Esto ayudará que estén tiernos y que podamos preparar el faláfel casero con mayor facilidad. |
2 | Picaremos la cebolla y el ajo en cuadritos. El perejil y el cilantro también lo trocearemos de forma muy pequeña, para ayudar a nuestro robot de cocina. |
3 | Continuando con la preparación de nuestro faláfel casero. Pasaremos, a colocar los garbanzos remojados, la cebolla picadita, las especias, los ajos, el perejil y la sal. Procesaremos todos estos ingredientes hasta que quedé una masa cuya consistencia se pueda manejar con las manos. |
4 | Colocaremos la masa en un bol, añadimos un poco de pan rallado para que se nos haga más fácil amasar nuestro faláfel casero. Importante, sólo un poco de pan rallado, de lo contrario os quedarán duros. Luego de amasar, haremos unas bolas no tan grandes. Las ponemos todas en una bandeja y la dejamos reposar por unos treinta minutos. Esto, con el fin de quitarles el exceso de humedad que puedan tener. En una olla, colocamos abundante aceite y esperamos a que esté muy caliente. Las freímos hasta que las veamos muy doraditas. ¡Ya está listo nuestro faláfel casero! |
¿Con qué acompañaremos nuestro faláfel?
Como os comentamos anteriormente, el pan pita puede ser una buena opción para nuestro faláfel casero. Por supuesto, con cualquier hummus delicioso que te encante le viene bien. El tahini siempre es una alternativa perfecta, el gustito que le da el sésamo te deja alucinando. Esperamos que la receta fácil de faláfel casero os haya gustado, nos parece que es deliciosa y además bastante económica.
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