Cada vez son más las personas que apuestan por el slow turism, una forma de viajar en la que, lo importante es introducirse de lleno y disfrutar de las tradiciones y la cultura local. A diferencia de lo que sucede con el «turismo de masas», en el slow turism lo que prima es la experiencia del viaje así como las conexiones personales, etnográficas, gastronómicas, medioambientales…España tiene multitud de lugares en los que poder disfrutar de esta forma de viajar.
Visitar Castilla y León, una gran alternativa
Castilla León es una de las Comunidades Autónomas más apropiadas para disfrutar de este tipo de turismo. Se trata de uno de los lugares con una mayor diversidad natural, cultural y arquitectónica de toda Europa. En esta comunidad encontrarás infinidad de lugares impresionantes como, por ejemplo, Monteagudo de las Vicarías, una preciosa localidad de la provincia de Soria llena de encanto en la que podrás disfrutar de una escapada única. Es una villa situada en la antigua tierra fronteriza entre los reinos de Castilla y Aragón. Aún se conservan restos de la muralla que cerraba la ciudad. Entre otras maravillas cuenta con la Iglesia de Nuestra Señora de la Muela, la Ermita de Nuestra señora de Bienvenida o la Zona Especial de Protección de Aves, punto de especial presencia de varias especies esteparias, como la Ortega.
Otro de los puntos interesantes a destacar es Salas de los Infantes, capital de la Sierra de la Demanda y uno de los pueblos más destacados de la provincia de Burgos. Uno de los principales atractivos de la localidad es su Iglesia de Santa María de estilo gótico, aunque la portada de la fachada principal es de estilo renacentista. También tienen una atractivo especial su Plaza Mayor, situada en el centro del pueblo, en la que se encuentra el Museo de los Dinosaurios y el Ayuntamiento.
Gastronomía en Castilla y León
Además del valor cultural, arquitectónico, tradicional y medioambiental de Castilla y León, hay que destacar su alto valor gastronómico. Si hay algo que caracteriza su cocina es su amplia variedad así como por la calidad de los productos y de las materias primas. En los bares y restaurantes de sus provincias podrás degustar su platos típicos y recetas caseras que conquistarán tu paladar. Para encontrar el lugar adecuado en el que poder disfrutar de todo el sabor de la cocina tradicional, te recomendamos la plataforma Dónde Comer Sano, en la que encontrarás todos los restaurantes sostenibles de la región.
Los asados de carne y los guisos predominan especialmente dentro de su gastronomía. Uno de los platos más conocidos es el popular cochinillo de Segovia. Se suele cocinar de espaldas en una cazuela de barro junto con agua y manteca. Tras un cocinado a fuego lento de aproximadamente tres horas, se consigue una textura crujiente en el exterior y muy tierna en el interior.
La sopa castellana es otro de los clásicos en esta gastronomía. Esta receta, que procede de los antiguos pastores de las tierras de Castilla, se hace a base de ajo y pan. Se sofríen ambos ingredientes junto con unos tacos de jamón, un poco de pimentón y aceite de oliva. Finalmente se incorpora un poco de perejil y unos huevos (con cuidado para que no se rompan) y se deja hervir durante 10 minutos aproximadamente.
Otro de los clásicos es el hornazo, típico de Salamanca. Es una especia de empanada que se rellena de ingredientes como jamón, lomo o chorizo. En muchas ocasiones se le añade también huevo cocido. Se caracteriza por su peculiar masa enrejada.
En definitiva, si buscas una forma de viajar diferente, en el que conseguir una mayor conexión con la tradición, la cultura y el entorno, Castilla y León es sin duda tu lugar.
Deja un comentario