Una de las claves para conseguir la pizza perfecta es la masa. Conseguir ese punto esponjoso, crujiente y ligero es fundamental para que el sabor encaje a la perfección con el resto de los ingredientes. Puedes lograr este punto con distintas técnicas. Si decides apostar por el uso de electrodomésticos, descuida, aquí tienes las claves de nuestra receta de masa de pizza con amasadora.
Ingredientes
Si tienes en casa una batidora amasadora podrás preparar una increíble base para pizza. Una de las cosas positivos de usar este electrodoméstico es que conseguimos integrar todos los elementos de forma homogénea hasta conseguir el punto deseado.
Para hacer esta receta necesitarás los siguientes ingredientes (las cantidades están pensadas para poder hacer una pizza de tamaño familiar)
- 300 gramos de harina de fuerza
- 15 gramos de levadura fresca o un sobre de levadura seca
- 160 mililitros de agua templada
- 10 gramos de sal
- 20 mililitros de aceite de oliva
Si quieres añadirle un toque especial puedes agregarle a la mezcla alguna hierba aromática como orégano, tomillo o romero.
Elaboración
La elaboración de la receta es muy sencilla. En caso de que hagas la masa con levadura fresca debemos dejarla fermentar previamente. Para ello será necesario incluirla en un recipiente con un poco de agua tibia durante diez o quince minutos.
Mientras se va preparando la levadura vamos tamizando la harina. Con este proceso evitaremos que se generen grumos. Para ello ponemos la harina en un colador y vamos dando pequeños golpes para se vaya cayendo por él. También es recomendable hacerlo con la sal, de esta forma conseguiremos limpiar las posibles impurezas que pueda traer.
Una vez que tenemos la harina y la sal tamizada y la levadura fermentada procedemos a incluir los ingredientes en el recipiente de la amasadora. Accionamos en primer lugar un programa de amasado que no tenga demasiada potencia. Añadimos la harina, junto con la levadura y la sal y dejamos que remueva todo durante un par de minutos. En caso de que quieras apostar por incluir alguna hierba aromática es el momento de hacerlo.
A continuación, añadimos el aceite de oliva poco a poco. En cuanto lo tengamos incorporado haremos lo mismo con el agua tibia. Poco a poco todos los ingredientes se van a ir integrando hasta conseguir una mezcla uniforme. En cuanto veamos que va tomando consistencia, incrementamos la potencia de la máquina y dejamos que trabaje durante cinco minutos aproximadamente.
Cuando tengamos una masa consistente ya podemos parar la amasadora. Sacamos el recipiente y lo cubrimos con un paño de cocina húmedo y lo dejaremos reposar entre 30 y 45 minutos. En este tiempo la masa habrá crecido de forma considerable y ya estará lista para usar.
Otras alternativas
A la hora de utilizar una amasadora puedes apostar por otras alternativas a esta receta más tradicional. Por ejemplo, puedes añadir a la mezcla un par de huevos y unos 50 gramos de mantequilla. Conseguirás una masa con un sabor algo más potente.
Otra de las opciones es incluir junto a los ingredientes un poco de queso rallado junto con una patata asada que previamente hayamos pelado y desmenuzado. En este caso te recomendamos añadir un poco de ajo en polvo para conseguir un toque más especial.
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