1. Paella
La paella, o también arroz a la paella, es una receta de cocina con base de arroz, con origen en la Comunidad Valenciana. Aunque a día de hoy es muy popular y se realiza de una manera prestigiosa en la mayoría de localidades de España. También es una receta muy común hoy en día en Argentina.
Para esta receta de arroz se cocina junto a otros ingredientes en una sartén. Generalmente en una sartén especial, ancha y con asas, conocida como paellera.
La paella original es la paella valenciana pero es normal que hayan surgido variantes a lo largo de los años y a medida que la popularidad de este plato se extendía. Algunas de las otras recetas son: la paella marinera, la paella mixta o la denominada mar y montaña.
2. Cocido
El cocido es uno de los platos más famosos y populares de esta lista. Además de ser el más representativo de la capital española, Madrid. La atribución de la receta a la denominación madrileña llega a finales del siglo XVII. Aunque ya había aparecido anteriormente en la literatura del Siglo de Oro entorno a la localización de Castilla-La Mancha.
Consiste en tres platos. Aunque hay quien decide reunirlos todos en uno, lo que también puede ser una buena opción. O incluso quien decide tomar el primer plato y en el segundo reunir lo que sería el segundo y el tercero.
El primer plato es una sopa de cocido que ha absorbido todo el jugo del guiso. El segundo son los garbanzos acompañados de verduras. Y por último, diversas carnes junto a algún embutido y relleno.
Su origen es humilde y era consumido principalmente por las clases más bajas. Llegando, poco a poco, a la alta sociedad. Quienes acabaron incluyendo la formidable receta en los restaurantes.
Independientemente de sus orígenes, la receta actual es la madrileña. Aunque existen variantes sublimes como el cocido maragato o el cocido montañés.
3. Fabada
Sin duda la receta más tradicional de la cocina asturiana. No existen mejores judías que las fabes asturianas para este plato. Se elabora con las fabes, embutidos como chorizo y morcilla, y cerdo.
Es un plato invernal con un volumen alto en calorías y grasa. Sirve para calentarse cuando el frío acecha. Junto al cocido madrileño, fue siempre un plato recurrente para las clases más desfavorecidas y principalmente trabajadores del campo.
Su receta también tiene numerosas variantes debido a su popularidad por toda la nación. Posiblemente su origen se da en el siglo XVI pero no se tienen referencias escritas sobre la receta hasta el siglo XIX.
4. Tortilla de patatas
Es uno de los bocados más populares del país, independientemente de la localidad española en la que te encuentres podrás encontrar buenas tortillas de patatas. Es consumido en, prácticamente, todos los hogares. Además de ser la tapa más solicitada en los bares y restaurantes.
Es un plato que apetece siempre. En el desayuno, a media mañana, para comer, para cenar… cualquier momento del día se convierte en una buena excusa para deleitarse con ella. Y eso que su receta, además, es sencilla. Está compuesta por huevos, patatas, cebolla, sal y aceite de oliva. Sumándole que también es accesible a cualquier bolsillo.
Existen cuatro variables que giran siempre entorno a los gustos en cuanto a las tortillas. Existen personas que la prefieren con o sin cebolla, aunque la receta original incluye cebolla en todos los casos. Y también hay diferentes gustos en su consistencia, hay algunos que la prefieren más hecha y otros menos hecha. Como todo, es cuestión de gustos.
5. Gazpacho
Es una sopa fría, o más apropiadamente una ensalada batida. Cuenta con ingredientes primarios como el aceite de oliva, el vinagre, agua. Además de otros ingredientes secundarios como tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajo.
Es un plato puramente veraniego y suele servirse fresco. Su color varía desde el anaranjado hasta el rojo, según sea la madurez de los tomates que se empleen. El origen actual del gazpacho es incierto, aunque tradicionalmente se lo ha considerado un plato del interior de Andalucía. Donde el aceite de oliva y los productos de la huerta son abundantes.
Y no hay mejor manera de acompañar un verano seco y caluroso con un buen gazpacho.
6. Salmorejo
Pero puede que sí haya otra manera de acompañar un verano seco y caluroso junto al gazpacho. La receta del salmorejo también ayuda a paliar el calor y es un plato típico veraniego. Se elabora mediante un triturado de miga de pan, a la que además se incluye ajo, aceite de oliva, sal y tomates.
Debido al empleo del pan, su consistencia final es la de un puré o una salsa. Se suele servir con pedacitos de otros alimentos en su superficie como taquitos de jamón, picatostes o migas de huevo cocido.
Se sirve fresco, al igual que el gazpacho. Debido a su consistencia, hay quien la emplea como una salsa de acompañamiento. Generalmente para fritos, como podrían ser berenjenas empanadas fritas, por ejemplo.
Su preparación es muy sencilla y económica. Quizás sean los dos factores que hayan hecho tan popular al salmorejo.
7. Pulpo
Es un plato tradicional gallego y básico en su gastronomía. Aunque su consumo se ha generalizado ya por toda España. Se trata de un plato festivo elaborado con pulpo cocido entero (tradicionalmente en ollas de cobre) que está presente en las fiestas, ferias y romerías de Galicia. De ahí su nombre «polbo á feira».
El plato es recurrente tanto como primer plato, como tapa o ración. Consiste en un pulpo limpio de sus vísceras y que es cocido entero con el objetivo de ablandar su carne. Hay quien prefieren congelarlo o golpearlo contra una superficie para el mismo objetivo.
Por regla general, la cocción del pulpo se hace tres veces, es decir, se introduce en agua hirviendo durante escasos segundos y se saca, así tres veces. A esta técnica se le denomina «asustar» y ayuda a que el pulpo conserve su piel una vez ya cocido.
8. Fideuá
Es un plato que se elabora de forma parecida a la paella. Sus ingredientes principales son: fideos de pasta, caldo de pescado, pescado, y mariscos, como sepia, calamar, galeras, gambas o cigalas. Se puede aderezar con limón o salsa alioli.
La versión más conocida del origen de la fideuá narra que surgió a raíz de que Gabriel Rodríguez Pastor, cocinero de una embarcación pesquera del puerto de Gandía cambiase su receta del arroz a banda. Y en vez de hacerla con arroz, añadió fideos al caldo de pescado. Este invento culinario gustó mucho y se expandió por todos los restaurentes de Gandía y toda la Comunidad Valenciana.
9. Asado
Una preparación culinaria de carnes y embutidos tradicional en la cocina castellana. Es una técnica de cocción mediante la cual, los alimentos (generalmente cortes de carne) son expuestos al calor de fuego o brasas para que se cocinen lentamente.
El calor se va transmitiendo gradualmente al alimento, que por lo general se encuentra suspendido sobre el fuego o cerca de las brasas. Se caracteriza por el empleo del horno, tradicionalmente de barro o adobe, que utiliza como combustible, leña de encina o roble.
Algunas provincias castellanas son muy populares en el asado de cordero lechal. Siendo popular también en ciudades como Madrid donde se sirve en algunos de los hornos de sus tan afamados mesones.
10. Pescaíto frito
Plato tradicional del litoral mediterráneo, desde la Provenza (Francia), regiones costeras de Italia o Grecia, como en numerosas localidades españolas como Cádiz, Granada, Almería, Málaga…
Se elabora rebozando el pescado en harina de almorta o trigo, friéndolo en aceite de oliva y espolvoreándolo con sal como único condimento. Se suele servir caliente, recién frito. Puede tomarse como aperitivo, por ejemplo con una cerveza o vino, o bien como entrante o primer plato.
En Cataluña es habitual acompañarlo con pan con tomate, y puede resultar un segundo plato, o «de consistencia», típicamente en la cena. El pescado frito ya lo comían los romanos en la antigua Roma y aún hoy en día es muy común a lo largo de todo el Mar Mediterráneo.
11. Gambas al ajillo
Plato popular de la cocina española que suele encontrarse mayoritariamente en el centro y sur del territorio. Los ingredientes que constituyen este plato son gambas peladas, ajo y aceite de oliva, nada más. Se suele servir como ración en los bares.
Este plato forma parte de los típicos platos de la cultura de los bares de España. Es tan popular hoy en día que existen rincones en Madrid donde lo ofrecen como plato principal.
Se suelen cocinar en una cazuela de barro donde se coloca a freír previamente ajo y perejil en aceite de oliva, para a continuación añadirse estas en el último momento. Normalmente se ponen rodajas de guindilla seca para que le dé al plato un sabor ligeramente picante. Otras preparaciones incluyen un chorro de vino de Jerez.
Se sirven directamente de la parrilla en el barro y con el aceite hirviendo, espolvoreadas con un poco de perejil fresco o seco. Y se deben de comer rápidamente, en cuanto su temperatura nos lo permita, pero sin que lleguen a enfriarse.
12. Morcilla
Embutido a base de sangre cocida, generalmente de cerdo. Con un color caoba oscuro. Suele mezclarse con grasa de cerdo, y además, contiene otro ingrediente no cárnico para aumentar su volumen, como puede ser arroz u otros cereales, miga de pan o cebolla.
Es un alimento que se elabora de diferentes formas, en muchos países y del que existen numerosas variedades. Aunque su elaboración ha estado siempre ligada a la matanza del cerdo.
Dentro de España las variantes más famosas son la morcilla de Burgos y la de León.
13. Croquetas
La croqueta es una porción de masa hecha con un picadillo de diversos ingredientes, la cual ligada con bechamel se reboza en huevo y pan rallado. Y por último, se fríe en aceite abundante. Suele tener forma redonda u ovalada.
La base de las croquetas suele ser de bechamel, que siempre se mezcla con otros ingredientes en cantidad abundante, típicamente trocitos de jamón, pollo picado o pescado. Y, a menudo, con algunas verduras hervidas y aplastadas con un tenedor.
Lo mejor de las croquetas es que se pueden realizar de cualquier ingrediente o cualquier mezcla. Desde espinacas con pasas, jamón cocido o cecina o cocido, gambas, queso, setas y un largo etcétera.
14. Migas
Tradicionalmente pertenece a las gentes que se dedican a la trashumancia en España. Es elaborado principalmente con pedazos de la miga de pan tostado acompañadas de carnes y verduras picadas.
Las migas es posible que tengan su origen en el tharid musulmán tan apreciado en la culinaria andalusí. En los territorios cristianos de la reconquista se elaboraba con pan, y se le acompañaba con pequeñas porciones de grasa de cerdo frita (torreznos) para distinguir a los comensales como cristianos viejos.
La preparación se ha extendido con el devenir de los tiempos a lo largo de toda la península ibérica. Se ha vinculado tradicionalmente a la alimentación de pueblos nómadas y oficios trashumantes, así como el desayuno habitual de las milicias españolas en las Academias Militares y sobre todo ampliamente consumidas en la actividad cinegética.
15. Sopa de ajo
Sopa de ajo o sopa castellana, es una sopa típica de la gastronomía castellana, principalmente. Contiene agua o caldo, pan (que suele ser duro de días anteriores), pimentón, laurel, ajo, aceite de oliva y huevo escalfado. Se trata de una sopa de origen humilde; está, como todo plato popular, sometido a múltiples variantes.
Ha sido un almuerzo muy frecuente en la antigüedad en muchos sitios de España. Se desayunaba con un café bebido al alba y un par de horas después, para mantener las fuerzas, se tomaban las sopas de ajo, generalmente con uno o dos huevos dentro, que se cocinaban con el calor de la sopa.
En ciertos lugares de España es uno de los platos típicos de la cuaresma, y constituye uno de los olores que rondan por los aires de las diferentes procesiones de Semana Santa. Se trata de un plato adecuado a las costumbres religiosas, al no incluir carne, y su textura y composición recuerda mucho a la estética y sobriedad de estas fechas.
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