Después del boom de la quinoa, las bayas de Goji y la maca, llega un nuevo súperalimento: la espirulina. Esta alga verdeazulada se caracteriza por tener un alto contenido proteínico, ser fuente de hierro y poseer Vitamina B.
La espirulina es una cianobacteria con forma de espiral. Es de color verde por el importante contenido de clorofila que tiene. por otro lado tiene un elevado contenido de ficocianina, un pigmento que le aporta esa tonalidad azulada tan típica y llamativa.
Debido a su composición, desde que Gwyneth Paltrow la recomendase en sus planes detox, este súperalimento se usa contra la obesidad, diabetes, úlceras, anemia e incluso algunos cánceres.
Millones de personas de todo el mundo han comenzado a consumir este producto. De hecho su consumo a nivel internacional se ha incrementado de forma más que considerable en los últimos años. La recomendaciones realizadas por algunas instituciones han influido en que el consumo se dispare. Por ejemplo la propia OMS ha resaltado las bondades del producto.
Entre otras cosas podría ser usado para conseguir paliar los efectos de la malnutrición infantil. De hecho recomienda su uso en casos de malnutrición aguda como pueden ser los casos provocados por emergencia humanitaria. También para aquellos casos en los que esta patología haya llegado a cronificarse.
La producción de la espirulina se concentra al 99 por ciento en China, donde se produce en grandes cantidades para luego atomizarla y venderla, sacándole el mayor partido posible. Frente a la producción en cadena, pequeñas agricultores españoles apuestan por el cultivo de este súperalimento.
Estos emprendedores de la espirulina apuestan por la producción artesanal, donde, según ellos, no se pierden las cualidades nutricionales que lo convierten en un súperalimento.
La forma más habitual de consumir la espirulina es en polvos o comprimidos, donde se cotizan a ocho euros los 100 gramos.
¿Existe el superalimento?
Sin embargo, los especialistas y científicos no han celebrado por todo lo alto la aparición de este súperalimento. Pues según añaden, desde la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., todavía no hay evidencias suficientes para demostrar que pueda usarse para combatir la ansiedad, fatiga, enfermedades cardíacas o el Síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad.
Aún así, no han señalado que su consumo sea dañino. Pero remarcan que:
– El pollo tiene más proteínas que la espirulina.
– La Vitamina B12 que contiene no es asimilable por el cuerpo humano.
Por tanto, queda claro que los súperalimentos no existen, si no que son producto del marketing y de modas sociales.
Hay que dejar claro que lo más recomendable es mantener una dieta equilibrada y sana. No podemos creer que por tomar un suplemento alimenticio, éste vaya a suplir todos los errores que cometemos en nuestra dieta.
Si quieres saber más sobre el cultivo de la espirulina en España, específicamente en Huelva, no te pierdas este vídeo:
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