Estamos cansados de escuchar métodos infalibles para adelgazar y dietas milagrosas para cuidar tu salud. La realidad es que ninguna de estas soluciones existe. Para conseguir mantenerte bien física y mentalmente debes cumplir con un requisito fundamental: mantener una dieta saludable.
En este artículo vamos a contestarte a la pregunta del millón, ¿cómo podemos mantener una alimentación saludable? Siguiendo estas recomendaciones de forma rutinaria, empezarás a notar cambios en tu cuerpo progresivamente y a encontrarte mucho más ágil.
Comida casera
Tenemos una rutina tan acelerada que es normal que nos invada la pereza cuando hay que ponerse a cocinar. No tenemos porque obligarnos a estar todos los días invirtiendo tiempo en la cocina, pero tampoco podemos alimentarnos todos los días a base de platos precocinados y ultraprocesados que encontremos en el supermercado. Esto no es nada saludable.
Si quieres alimentarte de platos saludables y caseros sólo tienes que buscar sitios a tu alrededor que los cocinen. Si por el contrario no tienes nada cerca, esta empresa de comida para llevar tanto si estas en la oficina como en tu casa, te soluciona la vida cada mediodía.
Come variado
Desde pequeños nos han intentado inculcar una buena educación alimenticia. Seguro que tienes en mente la pirámide nutricional de los alimentos, con la cima llena de grasas saturadas y la base de hidratos. Esto es un esquema muy sencillo de cómo ordenar tus alimentos.
Muchas dietas obligan a quitar de las comidas los hidratos de carbono de forma radical y es una medida errónea. Es igual de importante los macronutrientes de este tipo de alimentos como de otro grupo cualquiera.
Controla las cantidades
Ya ha quedado claro que es imprescindible comer de todo para tener una dieta equilibrada. Pero, las cantidades de cada plato es algo que tienes que controlar. Los expertos recomiendan comer 5 veces al día justamente por esto.
Cuando no te saltas ninguna de las comidas, tu estomago está continuamente funcionando y absorbiendo nutrientes. Pero, si te saltas alguna de ellas, deja de funcionar y hace que te sientas vacío y hambriento. Esto provoca que cuando tengas que hacer la siguiente comida, llegues con mucha más hambre y estés ansioso por comer. Por eso, necesitarás mucha más cantidad para saciarte y recuperar los nutrientes perdidos.
Bebe agua
Beber agua es muy importante. No sólo mientras estamos comiendo, sino durante todo el día. Los expertos recomiendan beber al menos dos litros y medio de agua diarios. Esto puede parecer mucho, pero nuestro cuerpo necesita estar hidratado durante todo el día. Ya que como sabrás, el porcentaje de agua en un cuerpo adulto representa el 60%, es decir, más de la mitad.
Como consejo, prueba a llevar contigo una botella de agua de 1L todos los días y bébetela entera por la mañana y otra vez por la tarde. Así habrás completado al menos 2L y solo necesitarás complementarlos con el agua que bebas en la comida.
Planifica tus comidas
Acostúmbrate a llevar un orden de lo que vas a comer cada día, así tendrás una planificación en la que incluyas todo lo que tienes que comer durante la semana de forma repartida y sin saltarte ningún grupo de alimentos.
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