Casi por instinto estamos tentados a guardar la mayor parte de los alimentos en la nevera con la intención de que no se deterioren y poder conservarlos el máximo de tiempo posible. Pero ¿es correcto guardar toda la comida en la nevera? La respuesta es un rotundo NO.
Si bien es cierto que los procesos de refrigeración inhiben el crecimiento y desarrollo de bacterias, también lo es el hecho de que las temperaturas frías pueden llegar a afectar tanto al sabor como a la textura de determinados productos.
¿Conoces algún alimento de los que no se recomienda guardar en la nevera? Descuida aquí te traemos unos cuantos.
Alimentos que nunca deberías guardar en la nevera
Café
Para conseguir optimizar el sabor del café es necesario que esté en un área lo más fresca posible. Pero al mismo tiempo éste área debe tener un ambiente seco. Las temperaturas conseguidas a través de la refrigeración resultan demasiado frías para este producto. Por ello lo ideal es conservarlo en un recipiente hermético. Con ello conseguiremos conservar su alta calidad.
No se trata de una recomendación hecha al azar. La Asociación Nacional del Café de EEUU recomienda que el café debe mantenerse a temperatura ambiente y alejado del calor, la humedad y la luz.
Pan
El pan es otro de los alimentos presentes en nuestra dieta cotidiana que se ve claramente afectado por las temperaturas de los refrigeradores. En muchos procesos de cocina la refrigeración se emplea como un método para conseguir el secado de productos o recetas. Con el pan pasa un poco algo parecido. Conservarlo en la nevera supondrá que su textura sea mucho más seca y rancia.
Para conservar el pan en mejores condiciones y garantizar su correcta conservación es aconsejable dejarlo a temperatura ambiente, lejos del calor, el frío o la humedad y, a poder ser, en una bolsa de tela o una caja de madera. Gracias a estos materiales puede respirar y conservar la humedad en su interior.
Albahaca
¿Quién nos iba a decir que meter la albahaca en la nevera iba a estropearla? Pues sí, así es. La albahaca es un ingrediente que absorbe todos los aromas. Es por ello que al meterlo en la nevera la albahaca puede llegar a impregnarse de otros olores que haya en la nevera. Pero además de ello el efecto de la temperatura que hay en el refrigerador ayudará a que sus hojas se marchiten.
Entonces ¿cómo debemos conservar la albahaca para garantizar su sabor y frescura? Pues los expertos en cocina recomiendan tratar esta aromática como si de un ramo de flores se tratase. Para ello lo ideal es meter la albahaca en un vaso abundante agua para mantenerla fresca.
Tomates
Otro de los productos con un papel más que protagonista en la dieta de muchos. La tendencia es meterlos en la nevera según llegamos del mercado o la frutería para evitar que se deteriore. Pues es lo peor que podemos hacer. Si los mantenemos a temperatura ambiente, lejos de la exposición directa de una fuente de calor (como un radiador por ejemplo) se conseguirá que maduren de una forma constante conservando por tanto su sabor.
De forma distinta, si decidimos conservarlos en el refrigerador nos exponemos a que pierda fuerza su sabor. Además de ello, estas bajas temperaturas también afectarán a las membranas interiores. De esta forma se podrán volver blandas, insípidas y con una textura un tanto harinosa.
Miel
¿Sabes por qué motivo no debes guardar la miel en el refrigerador? Porque ayuda a que se cristalice. Al menos así lo han destacado desde la sección de ciencias de Business Insider.
Pero el de la cristalización no es el único efecto negativo que la refrigeración tiene sobre la miel. Además de ello su textura se vuelve mucho más espesa. De esta forma se volverá más complicado espolvorear o verter sobre cualquier receta.
Evita meter la miel en la nevera. Por fortuna es uno de esos productos que poseen la capacidad de conservarse de forma natural. Esto ofrece la posibilidad de mantenerse a temperatura ambiente durante largos periodos de tiempo.
Ketchup
Estoy seguro de que la mayor parte de nosotros guardamos los botes de Ketchup en la nevera nada más terminar de usarlos. Tal vez esta conducta venga por las indicaciones de muchas de las marcas de Ketchup que recomiendan meterlas a refrigerar una vez abiertas. Sin embargo no es algo necesario. Y es que esta salsa de tomate tiene los suficientes conservantes. Por ello no es necesario meterlo a refrigerar por temor a que se pierda.
De hecho muchos restaurantes mantienen tanto sus botes de ketchup como los de mostaza sobre las mesas a temperatura ambiente.
Mostaza
Si hablamos del Ketchup no podemos olvidarnos de su fiel compañera, la mostaza. Al igual que en el caso anterior no se recomienda someter a refrigeración esta salsa. Y es que los ácidos presentes en ella, al igual que los que estaban presentes en su compañero de batallas, hacen que se conserve durante largos periodos de tiempo sin necesidad de meterla en la nevera.
Patatas
Otro de los productos que necesitan un ambiente seco y fresco, pero no tan fresco como la nevera. Además de ello deben conservarse sin lavar hasta que se vayan a usar. Si las guardamos en la nevera el efecto de la refrigeración hará que los almidones se vayan descomponiendo. Con esto se provoca que las patatas tengan un tacto un tanto arenoso.
Además de ello si las patatas se han refrigerado las pieles tienden a oscurecerse durante la cocción.
Aceite de oliva
Para muchos, entre los que me incluyo, guardar el aceite en la nevera es todo un sacrilegio. Pero dentro de esta obsesión por conservar la pureza de los alimentos también hay quien decide guardar en la nevera el aceite de oliva.Error. Por norma general las distintas variantes de aceite de oliva deben guardarse en un lugar oscuro y fresco. Y sobre todo en un recipiente que esté herméticamente cerrado.
Si metemos el aceite en la nevera corremos el riesgo de que el producto se endurezca. Más o menos le quedará una costra muy similar a la mantequilla. Además de ello hay que recordad que las propiedades del aceite de oliva no son eternas. Según un estudio de la revista Science, el aceite de oliva comenzaría a perder sus beneficios antioxidantes si se deja más de seis meses en un estante sin utilizar.
Chocolate
Tal vez sea uno de los productos cuyo almacenaje en la nevera guarde una mayor lógica, por eso de que no se nos derrita, especialmente en verano. Sin embargo, no estamos haciendo bien las cosas al respecto. El principal problema es que el sabor puede llegar a alterarse tras estar expuesto al frío.
Pero además de ello, si después de tener el chocolate en la nevera, lo sometemos a una temperatura elevada de una forma brusca, se puede formar una capa granulosa que termine por perjudicar la textura del producto. Esto se debe a que con los cambios de temperatura bruscos se produce una floración del azúcar que es lo que provoca que se forme esta capa granulosa.
Cereales
En este caso parece un poco más evidente. Conservar los cereales en el refrigerador al final afectará principalmente a la textura. Sí que es cierto que el hecho de conservarlos en la nevera no va a hacer que el producto se dañe pero sí que serán mucho menos crujientes, algo clave para este producto.
Sandía
¿En serio? ¿no debemos guardar la sandía en la nevera? Así es, al menos durante el tiempo en el que no haya comenzado a consumirse. Al respecto se ha pronunciado el Departamento de Agricultura del Gobierno de los EEUU. Según un estudio realizado desde allí el valor nutricional de las sandías disminuía de forma considerable con las temperaturas más frías. Por ello sólo deben conservarse en la nevera una vez que hayan sido cortados. Además de ello hay que asegurarse de proteger el corte de forma adecuada para evitar que pierda por él propiedades.
Especias
Aunque por norma general siempre solemos guardar las especias en un armario destinado especialmente para ello, siempre queda un bote de curri o de canela escondido en alguna esquina del refrigerador. Pues bien, se trata de una gran error. La mayoría de las especias que han sido molidas pueden guardarse durante años de forma segura sin necesidad de ser refrigeradas.
Las bajas temperaturas hace que el sabor de las especias se vea afectado. Basta con olerlas para percibir su aroma. Si no lo notamos, las especias ya no serán efectivas. Por ello no hay necesidad de guardarlas en la nevera.
Salsa de Soja
Y finalizamos el repaso con la salsa de soja. Otro de los productos que no necesitan ser almacenado en la nevera para garantizar su conservación. Esto se debe al proceso de fermentación al que es sometido. Gracias a él se consigue conservar sus propiedades y su sabor sin necesidad de conservarla a bajas temperaturas.
Además el alto contenido en sal que posee esta salsa también ayuda a su conservación lejos del refrigerador. El único tipo de salsa de soja que quizás si que debería conservarse en la nevera es aquella que tiene un bajo contenido en sodio.















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