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La crema de calabacín y sus cosillas

Hoy vamos a refinar la crema de calabacín habitual, simplemente aprendiendo cómo utilizar su piel. Es tan sencillo como aprovisionarnos de una pieza por persona, y pelarla.

Previamente debemos lavar los calabacines. A poder ser los dejamos unos minutos en agua con vinagre o una chispita de lejía. Una vez los tengamos pelados ya podemos ponernos manos a la obra con nuestra crema de calabacín.

Ingredientes para una espectacular crema de calabacín

Para conseguir la mejor crema de calabacín necesitas hacerte con los siguientes ingredientes:
– 1 calabacín grande por persona.
– Patatas ( la proporción es de 175 por cada calabacín)
– Mantequilla, nata y, sobre todo, mucho flow.

¡Vamos a por nuestra crema!

Sólo tenemos que cortar la carne de la verdura y preparar una quinta parte de patata por una de calabacín. Esto será lo que nos de cuerpo a nuestra crema de calabacín, puesto que esta verdura tiene tal cantidad de agua que nos costaría hacerla tener densidad. Si además podéis chascar la patata, os lo agredeceré, puesto que así liberará su almidón con facilidad y absorbe mejor los jugos.

Con nuestro calabacín y nuestra patata preparados, solo tenemos que fundir mantequilla, y echarlo a la olla. La mantequilla le dará un toque especial a nuestra crema. Cabe decir que se puede sustituir por el uso de cualquier tipo de grasa, ya sea aceite oliva, girasol…

Simplemente daremos unas vueltas a todo para mezclar bien la mantequilla, y cubriremos de agua y con un poco de nata. Para conseguir el punto perfecto de la crema de calabacín os pido que cubráis a ras o menos aún. Esto es algo importante puesto que uno de los factores del éxito será no tener que añadir más liquido o que nos sobre.

A partir de ahí coceremos a fuego fuerte, y podéis añadir desde vino, hierbas, hasta especias. Todo con mesura y respeto, puesto que el sabor del calabacín es bastante suave y no queremos llevárnoslo por delante.

A mi particularmente me gusta añadir a la crema de calabacín la piel de limón además de tomillo limonero. A la hora de triturar se retirarán. Por cierto si podéis guisar la crema con la olla tapada mejor, puesto todo eso que vemos evaporar es también sabor. También se que no utilizo ni ajo ni cebolla, pero es que esto es una crema de calabacín. Aunque con esto no quiere decir que lo podáis añadir.

Últimos pasos

Cuando veamos ya todo con poco líquido tras una media hora de cocción, añadiremos la piel del calabacín. Solo quiero que lo mezcléis e integréis. Esta cocción rápida de la piel, nos dará un color vivo y un sabor vegetal más marcado. Las pieles son también donde se encuentran los nutrientes y sabores. Además hay que saber aprovechar al máximo los recursos: ¡¡todo tiene rendimiento!!

Nos disponemos a triturar la crema, y ya podéis aventurar del color tan sexy que coge…es muy sexy. Luego conviene colar por eso de ser elegantes y ademas por garantizar una textura fina. Aunque los tropezones son molones también. Poner a punto de sal y a comer.

En el momento del emplatado se pueden usar distintos acompañamientos. En este caso yo utilicé queso feta, emulsión de yema frita, piel de calabacín cruda y carne asada. Con esto os recomiendo acompañar con queso (que no sea muy fuerte), jugar con la carne y la propia piel del calabacín viendo sus texturas y sabores según la cocinemos. Y como no, uno un buen chorrito de aceite de oliva no puede faltar en nuestra crema de calabacín.