Las mermeladas son uno de los alimentos que mejor enriquecen y acompañan un plato. Si estás cansado de la mermelada clásica de fruta como la fresa o el melocotón, te traemos una opción más arriesgada ¡Mermelada de tomate! Su sabor te encantará y sorprenderá.
Receta de mermelada de tomate: opción para acompañar muchos platos
Las mermeladas son una muy buena opción para acompañar diferentes platos. Además, son alternativas para merendar, desayunar, darle un toque distinto a nuestras tostas, carnes o salsas.
La mermelada de tomate tiene un sabor diferente si está cansado de las típicas mermeladas de fruta. Además, es una forma muy buena de aprovechar si has comprado demasiados tomates y no puedes gastarlos. Así, no desperdicias alimentos y podrás realizar conservas para mucho tiempo.
El único inconveniente de la mermelada es su gran contenido en azúcar. Sin embargo, al ser un alimento de consumo moderado (le echas un poco a las tostadas del desayuno o a una tosta de queso) no tiene porque ser perjudicial para la salud. Si, por el contrario, prefieres no consumir azúcar, las opciones son muy variadas. Puedes utilizar endulzantes como la stevia. Una muy buen forma de endulzar es utilizar siropes naturales como el sirope de agave.
Esta receta de mermelada de tomate llevará azúcar. Pero como hemos dicho, puedes sustituirla por otro tipo de endulzante. El procedimiento será el mismo.
¿Cómo preparar esta versión de mermelada?
Ingredientes
Medio kilo de tomates pelados y sin pepitas |
125 gramos de azúcar moreno o 9 cucharadas |
125 gramos de azúcar blanco o 5 cucharadas |
Zumo de medio limón |
Para obtener el medio kilo de tomates pelados y sin pipas, tendremos que utilizar un kilo de tomates. Con un pelador, quitamos la piel con cuidado. Los partimos y con mucha paciencia, vamos quitando las pepitas del tomate. Esto hará que queda una mejor consistencia.
Elaboración de la mermelada
El primer lugar, cuando tengamos los tomates bien pelados y sin pepitas cortaremos los trozos de tomate muy pequeños. Es mejor cortarlos pequeños que rallar o batir. La consistencia será mejor.
Añadimos el azúcar según el peso de los tomates. Como en este caso tenemos medio kilo de tomates, añadiremos la mitad (225g) de azúcar. Nosotros vamos a mezclar dos tipos de azúcar, pero para hacer esta mermelada de tomate puedes utilizar sólo azúcar blanco, endulzante…etc. Si prefieres utilizar enzulzante, la cantidad dependerá mucho de la potencia de este. Tendrás que ir probando. Te aconsejamos echar un poco y si luego notas que no está dulce, ir añadiendo más al gusto.
En un bol en el que tendremos los tomates y el azúcar, dejaremos reposar la mezcla 30 minutos para que comience a juntarse e integrarse.
Una vez que hemos dejado reposar, pondremos la mezcla en una olla (preferiblemente alta) a fuego medio. Es el momento de añadir el limón. Cocinaremos a fuego medio durante 10 minutos. Si vemos que aparece una espuma blanca en la superficie, la quitaremos con ayuda de una cuchara.
Cuando ya hayan pasado esos 10 primeros minutos, ahora es el momento de asegurarnos de que nuestra conserva está libre de gérmenes. Herviremos a fuego fuerte durante 5 minutos sin dejar de mover con una cuchara para que no se pegue al fondo y todo se cocine por igual.
Últimos pasos
A continuación, podemos dejar a fuego bajo la mezcla para que vaya cogiendo consistencia. En una media hora estará, pero depende de muchos factores así que esto es un tiempo estimado. La mermelada de tomate no tiene que quedar totalmente seca, ya que luego mucha agua desaparecerá y puede que nos quede demasiado dura.
Una vez que ya tenemos la mermelada de tomate, la apartaremos del fuego y dejaremos que se enfríe. La meteremos en un bote de vidrio. Podemos aprovechar el bote de conserva de otro alimentos. Este debemos hervirlo para que esté estéril y no estropee nuestra mermelada de tomate.
El azúcar y el limón son conservantes naturales. Sin embargo, no debemos dejar la mermelada mucho tiempo en la nevera. Puede ponerse mala y provocar intoxicaciones alimenticias. Si has hecho mucha mermelada, puedes meterla en tarros más pequeños y conservarlos al baño maría para ir consumiéndolos poco a poco. De esta forma, nos aseguraremos de que nuestra mermelada de tomate no se encuentra en mal estado. ¡y ya tenemos lista nuestra mermelada de tomate para cualquier ocasión!