Curiosidades sobre la pasta.La pasta es uno de los ingredientes más consumidos a nivel internacional. Es el protagonista de grandes recetas. La gastronomía italiana es en la que más y mejor se desarrolla creando platos que son auténticas delicias. ¿Quieres conocer más curiosidades sobre la pasta?
La pasta es una buena fuente de carbohidratos. También contiene proteínas. Los carbohidratos ayudan a alimentar el cuerpo al proporcionar energía que se libera lentamente con el tiempo. Una taza de espaguetis cocinado proporciona aproximadamente 200 calorías, 40 gramos de carbohidratos, menos de un gramo de grasa total, nada de colesterol y solo un gramo de sodio cuando se cocina sin sal. Lea más sobre nutrición de pasta.
Curiosidades sobre la pasta
Algunos historiadores apuntan que la civilización china ya consumía pasta desde el 5.000 a. C. Este dato vendría a contradecir una de las curiosidades sobre la pasta más extendida. En concreto aquella que apunta a que fue Marco Polo quien descubrió este ingrediente. Hay otros estudios que apunta que no fue el mismo Marco Polo quien introdujo la pasta en Italia. Según esta teoría los etruscos ya lo hacían allá por el año 400 a. C.
En cuanto a las curiosidades sobre la pasta relacionadas con su origen hay otra que también vendría a desvincular su relación con Marco Polo. Y es que parece que en la última voluntad de Ponzio Baestone, un soldado genovés solicitó bariscella peina de macarone. Se trata de una pequeña cesta de macarrones. Esta última voluntad data de 1279. Esto se produciría concretamente 16 años antes de que Marco Polo regresara de China.
¿ Cuándo se crearon los fideos?
Abordamos ahora otra de las curiosidades sobre la pasta. En concreto sobre la creación de una de sus expresiones más extendidas: los fideos. Hay quien apunta que los fideos fueron hechos por primera vez por panaderos alemanes del siglo XIII. Serían estos panaderos quienes fabricaron masa en formas simbólicas. Entre ellas estaban espadas, pájaros y estrellas, que fueron horneados y servidos como pan.
Muchas figuras históricas están relacionadas con las curiosidades sobre la pasta. Por ejemplo a Thomas Jefferson se le acredita la introducción de los macarrones en los Estados Unidos. Parece que se enamoró de un plato que probó en Nápoles, mientras servía como embajador de Estados Unidos en Francia. De hecho, él rápidamente ordenó enviar cajas a Estados Unidos de esos macarrones, junto con una máquina de hacer pasta.
La primera fábrica de pasta estadounidense fue inaugurada en Brooklyn, Nueva York, en 1848, por un francés llamado Antoine Zerega. El Sr. Zerega manejó toda la operación con solo un caballo en su sótano para alimentar la maquinaria. Para secar sus espaguetis, colocó hebras de la pasta en el techo para que se secan al sol. Durante la década de los 80, los macarrones, que tradicionalmente se consideraba una comida casera se transformaron en un plato mucho más exclusivo.
Los distintos tipos de pasta
Existen dos tipos principales de pasta: la pasta seca y la pasta fresca. La pasta seca es la que se elabora con sémola de trigo duro y agua, pero se considera que es un producto industrializado. Y por otro lado, tenemos la pasta fresca, o la pasta casera, que es la que se elabora con harina de trigo, huevo y agua o vino.
Hay dos formas de dividir la pasta: la pasta larga y la pasta corta. En la pasta larga se incluyen todas las formas de pasta que superan los diez centímetros de longitud, es el caso de los espaguetis o los tallarines, por ejemplo. Y después, tenemos la pasta corta, que son aquellas pastas cuales variedades tienen una longitud menor a diez centímetros, en las que están incluidas las pequeñas pastas para sopas (los fideos de toda la vida).
Su forma cumple una función determinada
Ya conocemos todos los tipos de pasta distinta que existe. Desde los fideos con forma de letras o estrellitas, hasta los ravioli más grandes que hayamos visto. Pero no creáis que es una forma de hacerlo más original, sino que cada forma de la pasta cumple una función.
La pasta más pequeña o casi diminuta sirve para la realización de sopas. Las que tienen formas más llamativas, como por ejemplo los lacitos, sirven para distintas ensaladas. Las que tienen una forma más alargada sirven para salsas cremosas. Y por último, las grandes, como raviolis, sirven para ser rellenadas.
Cuando la comes te sientes mucho mejor
La pasta contiene unos carbohidratos que son ricos en tripófano, lo que produce que aumente la serotonina en el cerebro. Este es un neurotransmisor que se encarga de mantener correctamente nuestro estado de ánimo, por lo que nos hacer estar más felices. La pasta que contiene más de estos carbohidratos que decimos es la pasta que se ha hecho con trigo integral.
Además, una forma para mantener los niveles de azúcar estables cuando comes pasta, es cuando la cocinamos «al dente», que significa dejar el centro un poco más crudo. Esto es así porque la pasta tarda más en digerirse, por lo que al final te sientes más lleno durante más tiempo.
Cuando la comes, ayudas al planeta
Cuando comes pasta ayudas al planeta. Los alimentos de origen vegetal tienen un menor impacto ambiental que los alimentos de origen animal. Esto es asó porque requieren menos tierra, energía y agua para producirse, eso hace que la pasta (que se prepara a base de harina y agua simplemente) sea una mejor opción para el medio ambiente que muchos otros alimentos.
De esta manero lograremos cuidar un poco más nuestro planeta, aunque sea de forma minúscula, toda ayuda vale. Además la pasta se puede hacer de tantas formas distintas que no parecerá que estás comiendo el mismo ingrediente base.
Como veis hay muchas curiosidades sobre la pasta que probablemente no sabíais. Lo que sí sabíais, y todo el mundo sabe, es que la pasta es una de las comidas más ricas que existen en todo el mundo. Además su posible variedad a la hora de elaborar platos, lo hace un menú perfecto para cualquier día de la semana, sea una comida formal o incluso romántica. Aunque también es una de la comida que más le gusta a los niños.
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